10 consejos práctico y sencillos para ahorrar en calefacción.

A todos nos preocupa y más ahora con los precios de la energía, ahorrar y optimizar nuestro consumo. Hay algunas cosas sencillas que podemos hacer y otras que requieren más planificación y pequeñas reformas, pero que merecen la pena y se amortizan en el medio plazo. Veamos algunos de estos consejos.

1- Ventilación adecuada.

Existe la falsa creencia basada en que si abrimos las ventanas perderemos el calor acumulado. Esto no es así, llevar a cabo una ventilación adecuada todos los días no solo  garantiza aire saludable en la casa, sino que contribuye a reducir los niveles de humedad en el interior, derivados de la respiración, cocinado, duchas, secado de ropa, Cuanto más húmedo esté el aire, más difícil será calentarlo.

Ventilación efectiva: corriente de aire sin obstrucciones, entre ventanas o puertas opuestas abiertas completamente. Bastan entre 1 y 5 minutos para renovar todo el aire del interior de la vivienda y reducir la humedad, sin que dé tiempo a que se enfríen las paredes.

Después se alcanza fácilmente la temperatura de confort debido a que las paredes conservan la temperatura. 

2- Clima interior óptimo

Mantener el clima interior óptimo también nos ayuda a ahorrar energía. Se estima que el clima interior óptimo es aquel que tiene una humedad relativa entre el 40% y el 60% y una temperatura de entre 19ºC y 23ºC. Puedes estar cómodo a una temperatura de 21ºC añadiendo un poco más de ropa y reducir la factura de la luz. 

3- No cubras los radiadores

La energía que necesita un radiador para calentar será mayor si lo cubres con un mueble o con ropa húmeda, por lo que también subirá el consumo y la factura.

4- Purga adecuadamente los radiadores

Si tienes este tipo de dispositivo de calefacción en casa, es necesario al menos una vez al año, purgar o sacar el aire a los radiadores. Conseguirás un ahorro de hasta un 5%. Esto se debe a que es habitual que se acumulen pequeñas burbujas de aire que impiden el paso del calor y, por tanto, provocan que los radiadores no calienten con toda la potencia necesaria. Normalmente, si tiene aire, notarás que no se calientan bien por arriba.

¿Cómo purgar los radiadores?

  • Comprueba si necesitas purgar tus radiadores. Enciende la calefacción y pasa la mano por la parte superior del radiador: si esta parte superior del radiador está más fría que la parte inferior, esto significa que tiene aire (recuerda que el aire tiende a subir). Debes realizar el purgado con la caldera apagada y los radiadores fríos.
  • Dirígete al radiador más cercano a la caldera, siguiendo el flujo natural del agua.
  • Coloca un recipiente bajo la llave para recoger el agua.
  • Gira la llave con un destornillador o una moneda para abrir la llave de la válvula. La llave se abre y comienza a salir aire, pero el chorro no será uniforme.
  • Cierra la llave cuando el chorro sea fluido. Cuando el chorro de agua que sale sea totalmente fluido querrá decir que ya ha salido el aire, así que puede cerrarse la llave girando en sentido inverso.
  • Repite la operación uno por uno en todos los radiadores, siguiendo el flujo el flujo del agua.
  • Revisa la presión de la caldera (1 – 1,5 bares). Siempre tras terminar el purgado de cada radiador debemos revisar que la presión de la caldera está entre 1 y 1,5 bares, antes de seguir con el siguiente, ya que tras el purgado suele bajar el nivel de presión. Debemos de asegurarnos de que la presión esté entre estos niveles.

5- Apaga la calefacción por la noche, salvo en casos de frío extremo.

6- Programa el encendido.

Si utilizas un termostato digital programable, puedes planificar el encendido y apagado según tu rutina diaria, ya que dejar la calefacción dejar la calefacción encendida, aunque sea a baja temperatura, puede suponer un gasto extra. Conseguirás un ahorro de entre un 10 y un 15%.

8- No calientes las habitaciones vacías.

Cierra la llave de los radiadores de las habitaciones que no utilices. Si no lo haces, aumentarás tu gasto de forma innecesaria.

9- Instala cabezales termostáticos

Otra opción con mucha variedad para elegir. Los cabezales termostáticos permiten ajustar la temperatura de cada habitación, existen desde los más sencillos y manuales, hasta los “inteligentes” que se controlan con un app. El precio también puede variar mucho de unos a otros.

10- Revisa tu caldera una vez al año.

Un buen mantenimiento te permitirá ahorrar en calefacción y evitará problemas futuros.